jueves, 21 de enero de 2016

La capital del pecado

Hola a todos!

El fin de semana pasado fuimos mis amigas y yo a ver un monólogo a la Chocita del Loro - Senator, Gran vía de Madrid. En concreto vimos "la capital del pecado" de Juan Dávila. No me esperaba lo que vi...

Cartel

Estoy acostumbrada a los típicos monólogos graciosos, dónde ves volar los chistes, los clichés; se saca punta a todo, se habla principalmente de sexo, del miembro de Nacho Vidal o de las principales diferencias de hombres y mujeres. Básicamente, lo típico y lo que mas carcajadas saca en un espectáculo de este estilo. 

Pues en esta ocasión me he encontrado con algo un poquito distinto. Al menos, nunca lo había visto.

Llego al teatro y se nos acerca un hombre que nos dice, con tono de broma pero con la intención de informar, que el monólogo es para mayores de 18 años. Aclarar que en ese momento estaba con nosotras el hermano de una de mis amigas que tiene 19 tiernos años. 

"No no, si él no va a pasar, aunque tiene 19 años..." - le decimos. La risa me entró cuando miro el cartel y reconozco al hombre que nos acaba de decir eso. El humorista, actor o cómo queráis llamarlo, estaba a la puerta del teatro invitando a entrar a la gente, convenciendo a los indecisos y cogiendo las entradas de todo aquel que entraba en la sala. Estallido de risas, claro.

Nos sitúan en nuestros asientos, después de que Juan Dávila nos devuelva las entradas cortadas y que nos desee pasar un buen rato. Tras esto comienza el espectáculo. 

La palabra con la que calificaría este monologo es "Diferente", quizá "Teatral". Empieza haciendo una metáfora entre las actitudes típicas infantiles, llamándolas "mis 7 enanitos" para, una vez que vas madurando, convertirse en los "7 pecados capitales". 

Entre conversaciones con los espectadores de las primeras filas, dónde a mas de uno le sacó los colores, y entre su mas que preparado monologo teatral, dónde había frases grandilocuentes, profundas e incluso alguna en verso, te cuenta uno por uno los 7 pecados capitales. 

Partes dónde te ríes a carcajadas, partes en las que habla fundamentalmente de Sexo y lujuria, partes en las que habla de cosas cotidianas, como un monologo cualquiera, pero otras muchas, incluso la gran mayoría, dónde él se encierra en sí mismo hablando a los espectadores de temas profundos.
Al final, mis amigas y yo nos miramos y no sabíamos si decir que nos había gustado o no. Lo que estábamos seguras es de que no nos había dejado indiferentes, porque cuando algo pasa por tu vida sin pena ni gloria es que no te ha gustado, ha pasado desapercibido o es tan digno de olvidar que es irrelevante. Pero cuando algo es diferente, y no sabes lo que has sentido al verlo, es porque algún tipo de sentimiento te ha activado, pero no sabes exactamente cual es. 
Una vez hace tiempo me dijeron que el arte es muy subjetivo. Arte no es aquello que dices, "uy que bonito". No, arte es algo que te despierta un sentimiento. Puede ser de alegría o de tristeza, pero que te remueve por dentro. 
Pues algo parecido pasa aquí. No puedo decir que no me gustase, disfruté mucho con las partes graciosas llegando a llorar de la risa, y con otras, también disfruté, aunque fuera en silencio y atenta, escuchando cómo este hombre hablaba sobre  miedos, lujurias, envidias, perezas... 
Al salir del teatro, al igual que en la entrada, Juan Dávila nos despidió a todos los espectadores en la puerta del teatro, dándonos la mano y deseándonos feliz tarde. A mí me parece un gesto estupendo, sobretodo porque no eramos precisamente 10 personas... 
Y con esto, os animo, na ir a este, porque puede seguir en cartel o no, os animo a ir a monólogos, a reír, a llorar, a sentir...
Y con esto, me despido hasta mi próxima entrada! 


1 comentario :

  1. Qqqque interesante, estamos acostumbrándonos a los monólogos del club de la comedia,y estos que son diferentes siempre chocan, me encataría poder ir, pero me pilla algo lejos jajaja a ver si hacen gira...
    Besos

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